Suma, no restes

Suma, no restes

14/10/2025

«Estos pantalones no me quedan bien, me hacen mucho culo»,

«Esta camiseta me marca los michelines»

«Tengo que comer menos para la operación biquini»

«Hoy no ceno, que tengo que perder unos kilos para la boda del mes que viene»

«¿Has visto como se ha puesto fulanita?»

«Madre mía, con los kilos que le sobran, ¿cómo se atreve a ponerse esa ropa?»,

«Está esquelética, se creerá que así está más guapa»

¿Te suenan estas frases? Seguramente sí. Tod@s nos las hemos repetido en diferentes ocasiones a lo largo de nuestra vida, o al menos, la gran mayoría de la población. Y, ¿sabes por qué? Porque la cultura de dieta está totalmente anclada en nuestro interior. Está grabada a fuego en el fondo de nuestra mente, aunque no queramos, aunque pensemos que no.

Ya desde pequeñit@s escuchamos comentarios sobre nuestro cuerpo o sobre el cuerpo de los demás. Las conversaciones entre los adultos están muchas veces cargadas de juicios hacia el físico de otras personas o sobre el nuestro propio, como las que has leído al principio de este post. Sin pensar en las consecuencias reales de estos comentarios, hablamos del físico de los demás con una naturalidad y una toxicidad que está muy alejada de ser sana. Y si ya es tóxico para nosotr@s los adultos, imagínate cuando lo hacemos delante de los más peques o adolescentes. Ellos son esponjas, somos su reflejo, y estamos creando el suyo propio. Escuchar todas esas críticas hacia el físico hace que sientan que dependen de su físico para encajar en un sitio, que su valía depende de cómo los ven los demás.

Debemos de cambiar el foco, Es imprescindible que como sociedad cambiemos el foco. Lo importante es nutrirse para estar sanos, no para mantenerse en un peso X. Lo importante son los nutrientes, no las calorías.

No sabemos la mochila que lleva cada uno a cuestas, su relación con la comida, su vida dietante, sus miedos y fobias, los juicios respecto a su cuerpo, sus pensamientos limitantes, su lucha interna y con la sociedad,…… Tus comentarios o tu falta de apoyo , tus consejos no pedidos y nada constructivos, tu opinión basada en estereotipos no ayudan, sino que limitan y generan más inseguridad.

La salud no está en los kilos de tu báscula. La salud está en tu día a día, en tus hábitos, en cómo te hablas a tí mism@, en tu descanso, en la gestión de tu estrés y ansiedad, en tus relaciones sociales,….. La salud física y la mental son imprescindibles y rodearte de personas que sumen será básico. No seas esa persona que juzga desde la barrera, que pone obstáculos a quien decide cambiar y mejorar sus hábitos. Apóyale, anímale, escúchale y acompaña desde el respeto, sin juicios. El camino hacia un cambio de hábitos no es fácil, es progresivo, pero lento, esa es la clave. Y en ese camino es mejor encontrar apoyo. se el apoyo de alguien, no la piedra.

Y si eres tú quien se sabotea constantemente, es más importante todavía que te pares y reflexiones sobre el daño que te hacen tus palabras (las que te dices y las que callas). Date margen, date tiempo, date cariño, quiérete en todas tus versiones.